


Un óleo macerado es un aceite vegetal dejado en maceración junto a una droga vegetal, ésta es la parte de una planta dónde se encuentran más cantidad de activos o moléculas con propiedades farmacológicas.
Os explico en esta entrada como preparar un óleo macerado en frío y para ello he escogido la caléndula (Calendula officinalis L.). Es una flor de color amarillo o naranja que encontramos habitualmente en el clima mediterráneo con floración prácticamente todo el año. La droga vegetal son las flores, aunque a veces también se usan las hojas.
Tiene propiedades muy interesantes ya sea en infusión o vía tópica. En cuanto a su aplicación en la piel, se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes y reepitalizantes. El uso del óleo macerado es ideal para irritaciones (incluso la del pañal), quemadas leves, piel atópica, eczema, acné, o, incluso, picadas de insectos. Es apta para las pieles más sensibles, excluyendo aquellas con sensibilidad conocida a la planta. Hay que ir con cuidado con su uso en heridas abiertas.
Otras flores que se pueden usar para crear óleo macerados en casa son árnica (Arnica montana L.) o hipérico (Hypericum perforatum L.).
Podemos usar el aceite vegetal que más nos interese (oliva virgen extra, coco, jojoba etc.). Yo he escogido el de almendra dulce en este caso porque es apto para todo tipo de pieles (incluyendo la del bebé o de las personas mayores), es también calmante, antiinflamatorio y la piel lo absorbe fácilmente. Queremos un aceite de primera prensa en frío y de cultivo ecológico. Aquello que te pongas en la piel, ha de cuidarla y por ende contener el mínimo posible de tóxicos. En tu herbolario de confianza encontraras este tipo de productos, así como las flores secas de caléndula.
Necesitáis:
• Aceite vegetal (de tu elección)
• Flores secas de caléndula
• Tarro de cristal com tapa hermética (seco, limpio y desinfectado com un poco de alcohol)
Las cantidades variaran un poco según la medida del tarro que uséis. No hace falta comprar uno ya que se pueden usar los que tenemos de la compra del supermercado (de legumbres o conservas). Llenáis tres cuartos del tarro con las flores secas, apretado un poco, pero sin compactarla. Con esto listo, rellenamos el tarro de aceite hasta arriba sin que el aceite llegue a tocar la tapa una vez cerrado.
La maceración en frío es un proceso largo en el que dejamos reposar la mezcla 40 días con el tarro al revés. Durante este tiempo, lo tenéis que remover suavemente y a diario. Sería ideal dejarlo en una zona de la casa, balcón o jardín donde haya cambios de temperatura y sin luz directa del sol. Acabados los 40 días, colamos el aceite con una tela fina de algodón para poder filtrar todas las impurezas. Así tenemos el óleo macerado listo.
Sus usos son variados ya que puede ser base de otras mezclas con aceites esenciales o lo podemos usar directamente una vez ya terminada la maceración.
En caso de mezclar con aceites esenciales, es importante recordar:
• La composición segura es 95% aceite vegetal o óleo macerado con un 5% de aceite esencial (1ml = 1 gota de aceite esencial)
• Antes de hacer una aplicación de la mezcla, probar un poco en una zona pequeña del brazo para confirmar que no hay ninguna reacción de sensibilidad
Los aceites esenciales son productos en su máxima concentración por lo que su aplicación directa vía interna o tópica no es aconsejable. Así mismo, hay que ir con cuidado con las inhalaciones. En caso de duda, consultar siempre con vuestro herbolario o terapeuta.
En 40 días cuando ya tengamos nuestro óleo macerado de caléndula, os pasaré la receta para preparar un ungüento con base de cera. Con una textura más cremosa es ideal como a protector labial o bálsamo para picaduras, golpes o resfriados.
